
Ayuda a la inmovilización de la caja torácica especialmente en los excesos de tos. Cuando el paciente tiene la necesidad de hacer algún esfuerzo (toser, levantarse, acostarse, etc.), éste ayuda a la inmovilización de la caja torácica, tiene que sujetarse con una mano, traccionando las empuñaduras con los dedos, sujetarlo haciendo la presión necesaria para proteger el tórax y aliviar el dolor. La correcta utilización del protector torácico le proporcionará seguridad, protección de la herida y fácil expectoración.